Ya tenemos el nuevo acuerdo de la legislatura. Ciudadano y PP han firmado un acuerdo de 150 puntos para intentar desencallar la legistura y pueda crearse un nuevo gobierno aunque todo parece que no va a ser suficiente.
Después de un vistazo rápido, varias conclusiones:
a) Tal y como dice Rivera, se parece bastante al acuerdo entre el PSOE y CS de la anterior minilegislatura. De corte centristas/socialdemócrata y cubriendo los principales puntos relevantes. Ya indique aquí que por ahí tendría que llegar el acuerdo.
b) Igual que en el anterior con el PSOE, está más cercano a las propuestas de Cs que del PP. Cs ha conseguido acordar ciertas medidas incluidas en su discurso político troncal.
c) Mayor gasto público para temas claves de corte social sin un incremento de impuestos mediante IRPF ni IVA. Sí, para las grandes empresas que reducirán sus deducciones, mayor lucha contra el fraude y revisión de los tipos reales de la amnistía fiscal.
d) Paralización de la LOMCE previo a un acuerdo global sobre educación, se inicia el camino de la despolitización de la justicia, reducción de impuestos para emprendedores, apuesta por el I+D, IVA ligado al cobro en autónomos, simplificación de los tipos de contratos, etc…
e) Reducción de los tipos de contratos a 3, con uno nuevo parecido al contrato único pero con duración de 3 años, desincentivar el uso de lo contratos temporales mediante un malus, mochila austriaca y el complemento salarial para los sueldos más bajos están dentro del acuerdo.
f) Modificación de las SICAV siendo controlado por Hacienda y cuyos partícipes cuentan sin tienen el 0,55% del capital y separación de órganos de gestión de mercados regulados y competencia.
Es decir, un acuerdo “razonable” donde el principal escollo para la aplicabilidad es la formación de gobierno. Incidir, porque es importante, que es tan razonable como el anterior con el PSOE. Realmente no hay muchas diferencias. Como siempre, matices.
Eso sí, tengo que decir que me faltan medidas más drásticas para dos temas claves, la corrupción y el aumento de medios de la estructura judicial, temas que son clave para la modernización del país y que llevamos bastante retraso con respecto a los paises de nuestro entorno.
Tampoco me parece suficientemente ambicioso en la reducción del gasto público mediante la optimización de las funciones de lo distintos organismos. Aquí tenemos una buena hucha de ahorros que, por motivos políticos, no se quiere usar. Yo apostaría por financiar las nuevas partidas con ahorros en duplicidades y optimización de la burocracia del sector público.
Los que votaron a Ciudadanos por su programa electoral, deben estar contentos. A la vista de los resultados de las negociaciones y, con sus pocos escaños, han sido capaces de llegar a acuerdos que permiten aplicarlas. Todo un éxito si sólo pensamos en los programas electorales. Dentro de los cuatro grandes partidos, parece que la inexperiencia de Podemos les ha dejado fuera de, ni siquiera, poder negociar la aplicación de sus medidas.
Al final, lo importante debe ser el programa electoral, sobre eso deben pivotar los acuerdos. Y en este aspecto, gana de largo Cs siendo el más flexible y con mejor capacidad de negociación. Porque los que algunos llaman “bajarse los pantalones” no es más que simplemente el proceso normal de cesión para llegar a un acuerdo.
Ahora bien, algunos pensaran que con Rajoy o con Sánchez no se debe negociar. Cada cual es libre de pensarlo. Pero si, tal como dicen algunos, los dos acuerdos tiene 100 puntos en común, creo que podríamos estar ya con un gobierno hace meses que lo implementara, al menos estos 100 puntos y dejar los demás puntos para negociaciones puntuales. Y, quizás, todos hubiéramos salido ganando.
Al final, si algo tenemos que aprender es que el gobierno que se forme finalmente, hoy o dentro de meses, tendrá una hoja de ruta similar a esta. De corte socialdemócrata en ciertos aspectos y ligeramente liberal en otros, de mucho diálogo sobre temas como la educación y sanidad, con concesiones al resto de partidos y, en lo económico, muy encorsetado por el déficit y sin muchas alegrías en el gasto público.
Y otro tema importante a aprender que no son tan distintos los programas electorales. Todos tienen ciertas propuestas que son similares y que deberían ser sobre las que se apoyen las negociaciones.
Ahora bien, una vez llegado el acuerdo y si hay gobierno, ¿se cumplirá el acuerdo o caerá en saco roto el día siguiente a la investidura? ¿es Rajoy la persona para llevarlo adelante y ejecutarlo? ¿Lo es Sánchez? Preguntas que cada cual tendrá sus respuestas pero que quizás, en la situación en la que estamos, un paso atrás de los lideres nos beneficiaría a todos y reduciría el clima de tensión que se ha creado en los últimos ocho años. Personas con mejor capacidad de interlocución y facilidad para negociar, en una legislatura donde ninguna ley saldrá adelante sin acuerdo.
Tener un buen plan es necesario pero tener a las personas adecuadas para ejecutarlo es más importante.
Mi opinión personal es que, no siendo perfecto y teniendo lagunas importantes, se parece demasiado al anterior acuerdo para justificar el retraso de investidura por el “interés general”. Hay puntos que no me gustan y otros, que sin gustarme, son necesarios. Es una de las múltiples soluciones económicas que existen, es modernizador y toca temas clave.
Pero en el Parlamento, que todo lo analizan en clave política y electoral, será secundario el acuerdo, igual que fue el anterior. Lo importante son los votos. Y mientras, los ciudadanos, esperando que se pongan a trabajar.