
Según dice PWC en este informe, el top ten de las economías por tamaño desde hoy al 2050 va a tener cambios importantes. Simplemente, como es esperable, las famosas BRIC (Brasil, Rusia, India y China) unidas a Indonesia y México comparan 6 de los 7 primeros puestos. Solo Estados Unidos aguantará su tirón de crecimiento.

Estos cambios que, a día de hoy, ya son percibibles independiente del tamaño final, tendrán consecuencias no solo económicas, también políticas y geoestratégicas. Veremos cambios en la toma de decisiones globales o dicho de otro modo, como los países en vías de desarrollo tendrán capacidad para enfrentarse de igual a igual a las “desarrolladas”. Por ejemplo, el G7, formado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, perderán un sustancial peso específico en políticas como las monetarias o en los acuerdos bilaterales de libre comercio.
Los fenómenos de descolonización primero y luego, de manera más abrupta, el traslado de rentas del trabajo por la globalización, autoexplican este cambio. Y no solo esto, esta previsión también explica la necesidad de sumar países en entornos económicos únicos, como la UE, los movimientos de Rusia para liderar los países emergentes, la lucha por el peso estratégico en el pacífico, etc… Estos datos son una parte más de la ecuación de la transformación actual.

Ahora bien, no hay que confundir PIB y PIB per capita. Los países desarrollados, sin necesidad de terminar con grandes bolsas de pobreza, seguirán creciendo y manteniendo su mayor PIB per capita. Y Tal y cómo podéis leer en este mismo blog, existe una clara correlación entre PIB per capita y esperanza de vida (aquí)

Caso especial España, pasando del 16 al 26 en el ranking por PIB global. Esto se merece una entrada específica para explicarlo y las implicaciones a futuro.
Por cierto, mirando el mapamundi, hay una zona completamente gris, África. Probablemente los que se denominarán “emergentes” en la primera parte del siglo XXII.