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Podemos creer que los problemas del mercado laboral provienen de la crisis del ladrillo. También podemos creer que, una vez recuperada la tasa de paro del 10%, todo volverá a ser como el 2007. Sin embargo, el futuro laboral Español, y probablemente en toda Europa, tiende hacia una polarización tanto de la calidad como retribución en función del valor añadido que genere cada empleado.
Para entender esta consideración, debemos considerar varios factores que están transformando el mercado productivo o van a aparecer con cambios bruscos en breve.
Tal y como escribí en este post (Reducción de pobreza y Globalización) el propio proceso de globalización produce una deslocalización de empleos y rentas del trabajo que afecta positivamente a unos paises y negativamente a otros.
Por otro lado, las nuevas capacidades para la automatización de tareas, apoyadas con la tecnología bigdata e inteligencia artificial, verá reducido el número de empleos necesarios. En este informe, que podéis leer si tenéis algo de tiempo, Automatización, Empleo y Productividad, de Mckinsey dice que el 60% de las profesiones pueden automatizar al menos un 30% de sus tareas. O dicho de otra manera, reducir un 30/40% las horas necesarias para realizarlas.
Por otro lado, las nuevas capacidades para la automatización de tareas, apoyadas con la tecnología bigdata e inteligencia artificial, verá reducido el número de empleos necesarios. En este informe, que podéis leer si tenéis algo de tiempo, Automatización, Empleo y Productividad, de Mckinsey dice que el 60% de las profesiones pueden automatizar al menos un 30% de sus tareas. O dicho de otra manera, reducir un 30/40% las horas necesarias para realizarlas.
Esto implica que los niveles formativos requeridos para el mercado laboral cada vez serán mayores. Si en la realización de las tareas más manuales se elimina la intervención humana las funciones que quedarán en las empresas serán las complejas, aquellas que necesitan más formación y especialización.
Solo hay que ver la evolución de los niveles de paro por formación para ver este efecto (Fuente: INE www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=6393) . En azul podéis ver los universitarios. A día de hoy ya podemos ver este efecto. Existe 10 puntos de diferencia entre universitarios y formación secundaria y 20 puntos con los que solo tienen la educación primaria.
Pero no sólo en niveles de paro, también en retribución este efecto es claro. Los deciles más altos, ingresos entre el 80-90% mayores del mercado laboral, aproximadamente el 60% son universitarios. Fuente: INE Deciles de salarios del empleo principal y nivel de formación alcanzado )
Es decir, el mercado laboral tiende a destruir los empleos de menor valor agregado y próximamente aquellos que pueden ser cubiertos con tecnología, siendo difícil que puede ser sustituidos por otros con las mismas características. La formación, principalmente la universitaria, se hace clave para encontrar tanto empleo como retribución y todos los esfuerzos deben ir encaminados hacia el éxito de los planes formativos.
Pero hay otro efecto clave. El incremento de la tasa de paro en los niveles formativos bajos produce, por ley de oferta y demanda, menor retribución de la esperada mientras que, en los mejor formados, irá aumentando su retribución media. Tanto el efecto paro como retribución crea una polarización real del mercado laboral y, en breve, encontraremos escasez de alta cualificación y problemas estructurales de paro en las personas peor formadas.
España y Europa caminan hacia un proceso de destrucción de empleo que debe ser afrontado con medidas valientes e igual de diruptivas de las que se viven en el mercado laboral. Opciones como la reducción de la jornada laboral manteniendo la productividad, la renta mínima garantizada que reduzcan los riesgos de pobreza, la reducción de la tasa de abandono escolar, planes formativos más asociados al mundo actual, formación de reciclaje para los parados de larga duración y el pago de impuestos de los robot, como ya ha propuesto Bill Gates, son cuestiones que hay que abordar si no queremos crear sociedades con grupos de población en exclusión social.
Un tema enorme para tratar. Desde el punto sociológico y también económico. Es cierto que la globalización y la maximización de beneficios ha llevado a esta situación. Pero la pregunta es: cómo se sale? El riesgo de una crisis social es inevitable. Y cuando digo crisis no me refiero solamente a paros, manifestaciones, etc. Afecta a la familia, al entorno, a la sociedad toda. Algunas cosas que veíamos en los films futuristas se transformarán en realidad. El capitalismo salvaje (ni siquiera el que denunciaba Marx) no quiere hacer marcha atrás.
La automatización de los procesos productivos ha desencadenado una crisis sin retorno. No solo es el robo que se encarga de pintar los autos en las cadenas de montaje. La automatización ha llegado a todas las partes. Al supermercado con la nueva cajas en las que te atiendes solo, scaneas los productos y los pagas con tu carta de crédito, en las casillas de peajes de las autopistas, a los puestos automáticos para recargar tus celulares y pagar los impuestos, al home banking para gestionar desde tu casa todos los pagos que debes hacer. Saludos.
Gracias Hugo por comentar.
Creo que la solución pasa por cuatro vías: mejorar la formación, reducir la jornada laboral, la renta mínima personal universal y un modelo fiscal distinto. Estoy escribiendo una entrada sobre ello 🙂
Te avisaré.
Gracias