La falta de regulación del sector financiero para el cálculo de riesgo de sus productos de inversión y su modelo de crecimiento fueron el motivo del inicio de la crisis. Escribí hace mucho sobre ello (aquí).

El inicio fue así, las famosas hipotecas basura/ninja y su distribución en el mercado global. Pero cuando realmente explotó fue con la caída de Lehnman Brothers, un cierre de un gigante financiero sin ningún tipo de control, sin duda un error de resultados dramáticos.
En Europa, para evitar que vuelva a ocurrir tenemos herramientas, Basilea, test de estrés y la centralización del control de las entidades sistémicas por parte del BCE. En Europa no se dejaron caer bancos comerciales, se rescataron principalmente con dinero público. Años después, en España, se critica la situación pero no había soluciones.

¿Por qué se rescataron los bancos?


Primero, un gran error que se nos ha olvidado. Se rescataron cajas publicas en España, ninguno de los bancos relevantes tuvo esa necesidad. La estructura de gestión de las cajas, politizadas, era un absoluto desastre tanto en gestión como en políticas de riesgos.

La cuestión es que las cajas necesitaban financiación urgente y el sector privado estaba cerrado. En juego estaba los inversores (deuda y acciones) y los depositantes. Los inversores, grandes y pequeños, lo tenían todo perdido. Pero los depositantes, había que protegerles y la única opción era el “rescate”, que fue barato.

Bankia necesitó 40.000 Millones de euros, pero en depósitos de clientes tenía cerca de 165.000 millones (dato 2010)

El riesgo de cierre de las cajas era real, el fondo de garantía de depósitos no tenía suficiente saldo y la situación era insostenible. Los accionistas perdieron su dinero, lo cual es lógico, tal y como ha ocurrido en el Popular.

Excepción para los inversores en Preferentes que, obviamente, fue una colocación de un instrumento complejo a clientes sin perfil idóneo. La justicia le ha dado la razón.

Pero la necesidad de proteger a los depositantes era fundamental para no hundir a economía hasta niveles insostenibles. No había otra opción. 

¿Y por qué llevamos 10 años con la crisis?


Primero y fundamental, en el 2007/2008 no había consenso sobre qué estaba pasando ni cómo actuar para reducir sus efectos. Una crisis nueva, con motivos nuevos, con resultados nuevos. Y los primeros años no se acertó con las herramientas. El miedo a no conocer que tenían en sus balances las entidades financieras, en esos productos de inversión complejos, les llevó a cerrar la financiación interbancaria, empresas y particulares.

Los políticos de aquí y de allí no actuaron decididamente. El BCE seguía pensando en la inflación cuando el problema era otro.

“La economía productiva se basaba en financiación y lo que se acabó un día fue la financiación”

A partir de ahí, rápidamente se trasladó a las cuentas públicas. Los incrementos de paro, decremento de actividad privada y un modelo de gasto público con poca capacidad de reducción cuando los ingresos fiscales bajan, fue una bomba de relojería.

El BCE llegó muy tarde con el QE y los políticos no quisieron hacer sacrificios. España, con un mercado laboral extremadamente sensible a la financiación, explotó. La construcción, motor económico Español, tenía un 80% de financiación externa y con perspectivas de crecer indefinidamente. El fin de financiación fue dramático.

El círculo de “paro – mayores costes sociales – menores ingresos – falta de ajustes” hizo el resto. Déficit público disparado, deuda publica creciente y paro descontrolado.

Los países que menos ha durado la crisis son aquellos que han tenido capacidad para generar superávit y los que han salido más rápido, aquellos que hicieron un ajuste grande y rápido de las cuentas públicas, por ejemplo Irlanda e Islandia. Los que se quedaron en medio, ni superávit ni ajuste rápido, han prolongado los efectos de la crisis. Recuerdo la frase,  de una crisis se sale en U, en L o en V.

Efectos de estos 10 años de crisis.


Más allá de los evidentes, paro, recortes en servicios básicos e incremento de pobreza y desigualdad, se ha puesto en duda 3 factores fundamentales de las sociedades europeas:

Contrato social, Modelo de Estado y Relato Histórico.

Las 3 bases de las sociedades modernas y de éxito, están en entredicho. Entender estos 3 efectos es fundamental para comprender la situación actual y los riesgos de futuro.
La crisis vino de “fuera” pero de “dentro” nos dejamos llevar por aquellos que discuten el éxito del modelo Europeo. A día de hoy, los datos lo demuestran, no hay otro mejor.

¿Y qué hemos aprendido?

Poco. 

Conclusión

Hemos pasado de una crisis financiera a una crisis económica. Y de ahí, a una crisis existencial sobre nuestro futuro. Hemos perdido relato histórico, hemos puesto discusión el Modelo de Estado y nuestro contrato social está en discusión. Las bases de nuestra sociedad son las que la crisis se ha llevado. 

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